Todos sabemos lo que cuesta perder grasa, pero a veces olvidamos que la grasa tiene una clara función de reserva energética. Y es que los michelines son una estrategia del cuerpo a nivel evolutivo que ha permitido al Homo Sapiens llegar sin extinguirse al siglo XXI, gracias al control de temperatura.
Pero además de la función energética tiene otras funciones súper importantes. La grasa es considerada como un órgano endocrino, algunas enzimas claves como la leptina o la adiponectina se sintetizan en los adipocitos.
Podemos decir que si una persona ha tenido sobrepeso durante años su cuerpo se ha “acostumbrado” a esos niveles de grasa, y la considera como una parte más de sí mismo. Ya que como hemos dicho tiene funciones más allá de la energética que son fundamentales. De aquí proviene la teoría del Set Point y por ello nos puede costar perder grasa.
La teoría del Set Point compara al cuerpo y a la grasa con un termostato y la temperatura de un cuarto. Si ponemos el termostato a 20ºC y la temperatura sube a 24ºC el termostato empezará a funcionar hasta que la temperatura baje a los 20ºC. Lo mismo pasaría pero al revés en caso de que la temperatura baje. El cuerpo funciona de una manera similar. Si tu Set Point se encuentra en un 20% de grasa corporal y bajas a un 15% el cuerpo se pondrá a trabajar para recuperar esa pérdida de peso mediante diferentes adaptaciones, como por ejemplo una bajada de la tasa metabólica basal, aumentando el cansancio y disminuyendo el NEAT, disminuyendo la liberación de leptina para aumentar el hambre, etc.
Esto significa, básicamente, que nuestro cuerpo querrá recuperar esa grasa que ha perdido pero que considera que es importante para él. Es debido a estas adaptaciones que muchas dietas fracasan en conseguir una pérdida de peso a largo plazo; nuestro cuerpo nos sabotea.
Pérdida de grasa y el efecto rebote
Las dietas milagro al producir cambios tan bruscos en tu peso hacen que estos cambios se produzcan de manera más fuerte y se asocian al conocido como efecto rebote. Todos conocemos a alguien que perdió 10kg en un mes pero ganó 12 al mes siguiente.



Si eres de esas personas que han hecho mil dietas pero nunca han conseguido mantener a largo plazo su pérdida de peso aquí tienes uno de los motivos principales, no es tu culpa, simplemente tu cuerpo quiere que sea así. Pero no te desesperes, es posible “engañar” a tu cuerpo para conseguir perder grasa y mantener esa pérdida de peso. ¡Hablaremos sobre eso en futuras entradas!